Ya no sabe qué hacer con él. Es un jugador desequilibrante que le sirve al equipo, pero suele ser más noticia por sus locuras que por sus goles. Tras ser encontrado en las puertas de un cabaret de Liverpool, a pocas horas del partido entre el Manchester City y el Bolton, Mancini, su entrenador, le recomendó casarse.
El técnico le puso al delantero una multa de salario de dos semanas (250.000 libras). Aunque el DT italiano se lo tomó con un poco más de ironía que otra veces, en las que estalló de bronca. "Quizás el matrimonio le ayude a sentar cabeza", dijo.
La ambigüedad de Balotelli, de 21 años, se hizo evidente más que nunca en el partido ante Bolton: llegó cuestionado por sus andanzas nocturnas y calló las críticas con un gol y una buena actuación en la victoria de su equipo por 2 a 0. El delantero ya se quedó afuera de la convocatoria de Cesare Prandelli, entrenador de la Selección de Italia.
"Él tiene que entenderlo, porque ahora es joven pero cuando cumpla 25 ó 26 años va a ser diferente. Si no se tiene una buena vida privada no se puede jugar a un gran nivel. Mario se quedó en el banquillo durante cinco o seis partidos debido a que su comportamiento no era bueno", dijo Mancini.