Ante la creciente tensión cambiaria, en un contexto donde la avidez por el billete verde está intacta y las divisas no sobran en la economía, el Gobierno lanzó una artillería de medidas en dos frentes: por un lado, para reducir la compra de disas y, por otro, para incrementar el nivel de oferta.
En primer lugar, con el fin de desalentar la adquisición de dólares, en las últimas semanas se diseminaron los consabidos controles en la city porteña, donde el "cepo" llegó a tal punto que en determinadas jornadas prácticamente se llegó a rechazar el 95% de las solicitudes de compra realizadas en el mercado formal.
Por otra parte, para aumentar la oferta hubo medidas oficiales que levantaron polvareda, como cuando se les restringió a los exportadores el plazo de liquidación de divisas de 120 a tan sólo 15 días, lo que terminó generando que empresarios pusieran el grito en el cielo y que luego el Gobierno decidiera exceptuar a las pequeñas y medianas empresas.
También, hubo medidas que tuvieron al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, como gran protagonista, como cuando se "arremangó" para ponerse al frente de una misión comercial por Angola y otra por Brasil, con el objetivo de aumentar las exportaciones de alimentos y productos industriales para así asegurar la llegada de más divisas al país.
Más atrás en el tiempo, la obsesión oficial por el billete verde llevó a que muchas empresas, especialmente las del rubro automotriz, quedaran obligadas -para poder seguir importando- a salir a vender bienes con sello argentino al resto del mundo, lo que terminó generando situaciones insólitas, como que una terminal deba salir a exportar agua mineral, alimento para animales o hasta revestimientos para interiores.
Pero el "ingenio" del Ejecutivo y también el poder de elucubración de las propias empresas, que se ven afectadas por los efectos de la "obsesión" por el dólar, parecen no tener límites.
En efecto, según adelantaron en exclusiva a iProfesional.com, el Gobierno se apresta a dar luz verde a un "viejo esquema" ya conocido por todos los argentinos: el plan canje.
Pero esta vez, lo más destacable es que no estará vinculado con el sector automotriz ni tendrá como finalidad principal fomentar las ventas y renovar el parque de unidades.
El sistema está pensado para el mercado de las computadoras y su objetivo, en línea con la escasez de divisas estadounidenses, no es más que el de cumplir con el "1 a 1".
Es decir, con la "ley Moreno" por la cual empresas importadoras están obligadas a compensar cada dólar que destinan a la compra de productos del exterior con exportaciones por el mismo valor, para así equilibrar sus propias balanzas comerciales.
Según confirmaron a iProfesional.com, compañías importadoras y distribuidoras de insumos informáticos son las impulsoras de este "plan canje" que acaba de ser presentado ante las autoridades nacionales.
¿Por qué pensaron en esta iniciativa? Básicamente porque hace meses vienen sufriendo las consecuencias del cierre importador que les impide el ingreso de discos rígidos, gabinetes, motherboards y placas de sonido, entre otros componentes.
De esta manera, las firmas distribuidoras de insumos informáticos que forman parte de la iniciativa, podrán generar un cupo que le será reconocido por Moreno para luego poder seguir trayendo insumos del exterior y así operar con más previsibilidad en el mercado interno.
El presidente de Cámara Argentina de Distribuidores Mayoristas de Informática (CADMIPyA), Daniel Gutiérrez, confirmó a este medio que "hace unos días tuvimos una audiencia con el secretario Moreno para presentarle el plan y la verdad es que se mostró muy entusiasmado. Le gustó y nos dijo que avancemos".
Los detalles del "plan canje"
Tal como se mencionó, la cámara está implementando un circuito que, si bien permitirá impulsar las ventas en el mercado interno, apunta principalmente a poder sortear el cerrojo oficial.
De acuerdo con el plan que están terminando de ajustar desde la cámara, serán los comercios minoristas de productos informáticos los que se encargarán de recibir notebooks y netbooks usadas, equipos por los cuales se les reconocerá a sus dueños un descuento sobre la adquisición de unidades nuevas.
"Estamos definiendo el porcentaje de rebaja que se aplicará para la compra de una máquina. No va a ser uniforme, dependerá de la antigüedad de lo que entregue cada propietario.No es lo mismo un equipo con dos años encima que uno con cinco", explicó Gutiérrez.
El directivo sí destacó que "la condición básica es que las computadoras usadas estén en buen estado general y funcionando".
Esto se debe a que la segunda etapa consistirá en recolectar esos equipos y hacerlos llegar a una planta de reciclaje, donde se encargarán de actualizarles el software y cambiarles las piezas gastadas del hardware y así dejarlos en buenas condiciones.
Luego, otra de las empresas que forman parte de CADMIPyA se encargará de salir a vender al mundo estas notebooks y netbooks recicladas para así generar un saldo a favor que permita importar insumos, ensamblar equipos nuevos y así retroalimentar la cadena.
Gutiérrez afirmó que "ya estamos en contacto con un trader en Estados Unidos que se ocupará de comercializar los equipos hacia otros países".
Desde la cámara explicaron que estas computadoras reacondicionadas no se exportarán a naciones del primer mundo porque ahí no hay mercado, sino que la idea es orientarlas hacia lugares con menor desarrollo tecnológico que el de la Argentina.
En este sentido, Moreno vio con muy buenos ojos la iniciativa ya que se estaría generando una compensación del déficit del sector informático con envíos al exterior de productos del mismo rubro,
"No queríamos que, para poder importar, tener que salir a exportar zanahorias. Por eso buscamos una forma novedosa de compensación", aseguró el directivo.
De este modo, este plan se diferenciará de lo que ocurre con los de otras empresas del sector tecnológico, que compensan su rojo con ventas al mundo de pescado, o bien con los de algunas automotrices que, para poder habilitar un cupo de importación envían al exterior agua mineral, alimento para animales y hasta revestimientos para interiores.
Para el directivo, esta iniciativa será sumamente positiva dado que:
• Permitirá salir a vender tecnología al mundo con parte de mano de obra nacional, una de las grandes cuentas pendientes de la industria, casi totalmente orientada al mercado interno.
• Dinamizará las ventas en un año que se presenta con nubarrones en el horizonte.
• Tendrá un impacto ecológico favorable, dado que los equipos, en lugar de convertirse en "basura tecnológica" y generar riesgos por sus insumos contaminantes, serán reciclados y se comercializarán fuera del país en buenas condiciones.
Gutiérrez aseguró que, para que el alcance de la iniciativa sea el mayor posible, ya están en tratativas con compañías que forman parte de toda la cadena: desde las empresas que ensamblan notebooks y netbooks en Tierra del Fuego, hasta los grandes retailers y comercios minoristas que venden tecnología.
"Esto se va a instrumentar a nivel nacional. Hay un universo potencial de 6.000 bocas distribuidas a lo largo de todo el país donde los argentinos propietarios de computadoras usadas podrían acercarse para acceder a este plan canje", explicó el presidente de CADMIPyA.
Además, el objetivo es sumamente ambicioso: apuntan a que, a través de este sistema, se canalice el 10% de las 3.000.000 de portátiles que se vendieron entre 2008 y 2011.
Es decir, unos 300.000 equipos que serían entregados para acceder a un nuevo modelo con descuento.
Según el directivo, "el objetivo es que esto esté funcionando en los próximos meses. Lo que estamos definiendo es todo el armado de la logística para bajar los costos que implican recolectar los equipos y enviarlos a una planta de reciclado".
Faltantes y empresas en apuros
Las empresas del sector apelaron al ingenio y diseñaron este plan porque necesitan resolver con urgencia el problema del faltante de insumos.
En la actualidad solamente 3 cada 10 Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) presentadas son finalmente aprobadas por el Gobierno.
El resto quedan bajo observación. Con lo cual, se está produciendo un faltante de stock que está poniendo en zona de riesgo a las empresas dedicadas al ensamble de PC de escritorio y notebooks.
Este instrumento funciona como una gran barrera a la importación para todos los sectores que operan en el país, que deben pasar un doble filtro de selección: el de la AFIP y, posteriormente, el de Comercio Interior.
Esta última cartera es la que justamente evalúa el cumplimiento de los planes "1 a 1" o de compensación de importaciones. Así, quien tenga la balanza con números rojos, no podrá operar hasta tanto presente un plan para equilibrar su saldo negativo.
El problema es que, las largas demoras en la aprobación de estas Declaraciones Juradas está poniendo en riesgo a las firmas que ensamblan equipos con partes y piezas que, en su mayoría, no se fabrican en el país.
Carlos Scimone, gerente de la cámara que nuclea a empresas del rubro informático (CAMOCA), confirmó que "en la Argentina hay 2.500 pequeñas y medianas empresas dedicadas al armado de computadoras que en estos momentos están padeciendo la falta de insumos en el mercado interno".
El directivo señaló que "son firmas que poseen hasta diez o doce empleados, algunas de las cuales ensamblan unos 1.000 equipos al año y que no son importadores, sino que dependen de los grandes distribuidores que son, justamente, los que están teniendo problemas para ingresar partes y piezas importadas".
Scimone destacó que "todas estas pequeñas y medianas firmas, que están radicadas a lo largo y ancho del país, están en serias dificultades. Muchas ya no tienen trabajo por la falta de insumos. Por lo tanto, no tienen nada para ensamblar y salir a vender".
El rol que juegan estas micro, pequeñas y medianas industrias, según Scimone, es crucial, dado que, de los 2,7 millones de equipos que se vendieron en todo el país a lo largo de 2011, estas pequeñas firmas fueron responsables de ensamblar y comercializar cerca de 1 millón de unidades, es decir, el equivalente a casi el 40% del total.
Según el directivo de Camoca, "el resto fue comercializado bajo marcas más reconocidas, tales como Banghó, Positivo BGH o Exo, por mencionar algunas".
"Estas firmas pequeñas y medianas, propiedad de emprendedores, son las que arman equipos a pedido y a medida, según la configuración que pida cada cliente, o incluso preparan computadoras para empresas. Y si bien también se encargan del mantenimiento de los equipos y a la actualización del hardware, su principal actividad es el ensamblado de equipos nuevos para ponerlos a la venta", explicó.
En este contexto, Scimone alertó que "si en 90 días no se resuelve el problema de los faltantes y los importadores no cuentan con insumos, las consecuencias pueden ser irreversibles, porque muchas de estas empresas ya habrán dejado de funcionar".
Además, el directivo se lamentó del retraso que el "cerrojo" implicó para la actualización tecnológica del mercado local y el perjuicio para los consumidores: "Este año estas empresas pequeñas estaban tratando de ingresar en el negocio del armado de netbooks y de las all in one. Pero por el momento no pudieron avanzar por las dificultades que tienen los mayoristas que los proveen para ingresar componentes.
El problema es que no sólo estos pequeños y medianos ensambladores están en problemas ante las limitaciones fijadas por Moreno, sino que lógicamente también los mayoristas que importan y distribuyen insumos en el país están atravesando una dura situación.
De hecho, la compañía IntComex ya cerró sus puertas y se fue del país por las dificultades para seguir operando. Esta firma, que era de una de las grandes jugadoras del negocio, tiene su sede central en Miami y subsidiarias en más de diez países de América latina.
El directivo de una cámara vinculada con la importación, y que pidió estricto off the record, aseguró a este medio que habría otras dos empresas de capitales extranjeras evaluando bajar las persianas en la Argentina, si bien desde CADIMPyA no confirmaron esta información.