Aunque se creía que el goteo de depósitos se había frenado levemente durante la primera semana de mayo, los números oficiales salieron a desmentir esa hipótesis: durante semana pasada se fueron 547 millones de dólares, apenas por debajo de los US$ 600 millones de la última semana de mayo.
De esta manera, los bancos privados perforaron el piso de los 10.000 millones: están en US$ 9.870 millones. La fuga desde mayo, cuando se bloqueó totalmente la compra de dólares, trepa a 2.000 millones.
Desde que se establecieron los controles, el 31 de octubre, ya se fueron de los bancos US$ 4.875 millones, un 33% del stock que había en ese momento. Todo hace pensar que el ritmo de salida no se frenó entre lunes y viernes de esta semana, por el impacto y las dudas que generó el proyecto de reforma del Código Civil.