¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.


Arkanos Games Mu Online Versión: Season 6 Episodio 3 Expe:1000x Drop: 80% Reset Level: 400
 
ÍndicePortalÚltimas imágenesBuscarRegistrarseConectarse
Server OFF

 

 El día que volaron las butacas - RIFF

Ir abajo 
AutorMensaje
-Diego-
Administrador [AG]



Mensajes : 507
Fecha de inscripción : 30/01/2012

El día que volaron las butacas - RIFF Empty
MensajeTema: El día que volaron las butacas - RIFF   El día que volaron las butacas - RIFF I_icon_minitimeJue Jul 18, 2013 9:27 am

[b style="outline: none 0px;"]El contexto ayuda mucho. Uno podría quedarse con el hecho en sí, con la rúbrica de los periódicos el día después, con la horrorizada crítica de un ya desarticulado “Rock Nacional” en vísperas de lo que sería, un año después, el bochornoso Festival por la Solidaridad Latinoamericana organizado por los militares con motivo de Malvinas. Pero Riff refractaba la emergencia, presagiaba el fin del etapismo genocida. Ni los dedos en “v”, ni banderas con fusiles, tan solo cadenas. Siempre que se intentó designar semánticamente al metal argentino (desde el periodismo, sobre todo), o al rock pesado criollo, se estableció un diálogo con los movimientos y organizaciones del peronismo y la izquierda revolucionaria. Lejos de la contracultura hippie y del foquismo, las hordas de Pappo llevaron a la práctica una Vulgata de la violencia, una reacción intrínseca, ya que solo ese género -el heavy metal- podía acompañar el fastidio progresivo del humor político.[/b] 


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] 


[b style="outline: none 0px;"]Fue la revista la Sounds Magazine la responsable de radiografiar los movimientos internos en el rock inglés. Les llamó: “The New Wave of British Heavy Metal”. Def Leppard, Iron Maiden, Saxon, el éxito de Ace of spades de Motorhead, el confuso fallecimiento de Bon Scott (¿ahogado en vómito o “intoxicación etílica”?), la metamorfosis musical de Judas Priest (el vestuarista de toda esta historia de cueros pegados al cuerpo, motos y tachas que comulgaban con la estética punk londinense y la confesa homosexualidad de Rob Halford, su cantante), confluyeron y viajaron al nuevo continente. En estas tierras, Pappo ya había dejado un legado: Pappo’s Blues. Así le dio suspenso al trío que lo consagró luego de haber pasado por Los Gatos y Los Abuelos de la Nada. El concierto antecedente se llamó “Adiós Pappo’s Blues, Bienvenido Riff”, el viernes 14 de noviembre de 1980 en el teatro Sala Uno. Para esa época ya existía V8, existía Plus, Hermes, Bloke, y otras bandas que se subieron al viento de cola de Riff; aunque Ana Mourín, la mujer de Ricardo Iorio, en V8. Un Sentimiento. Historia del Heavy Metal argentino (1993) instalara un debate inocuo: quién era más metálico, quién hacía heavy. En el libro de Mourín, Riff termina siendo la puta del mainstream y V8, Jesucristo.[/b] 


[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] 


[b style="outline: none 0px;"]“Ahora todo se individualizó mucho. Cada uno está en su negocio. Habría que juntarse un día y hacer un festival, por ejemplo, en la cancha de fútbol de Boca, a beneficio de los chicos que no tienen para comer. Tendríamos que ir todos los grupos, olvidándonos de la fama y del estrellato que uno tiene”, declaraba Pappo en noviembre del ’81 a la revista Expreso Imaginario. La utopía orgánica del Carpo estaba lejos de realizarse. Recién en junio de 2000 Pappo logró poner a prueba el Pappo & Amigos, y aun así la convocatoria fue modesta. Sobre héroes y tumbas, volviendo al ’81, el enemigo no sólo era la dictadura sino los productos culturales que pasivizaban al espectador. 

Las primeras estrofas de “Ruedas de Metal” abrieron la olla y las butacas le dieron lugar al pogo: “Hacia las colinas, de la oscuridad/ mi carroza mueve sus ruedas de metal/Un lugar distinto, tengo que saber/si en verdad existe o lo imaginé”. Este eco se escucharía años más tardes en “Brigadas Metálicas” de V8 (Luchando por el Metal, 1983): “Vengan todos, acá hay un lugar, junto a las Brigadas del Metal/Gente demente que no es igual a la hipponada de acá”. El lugar, el territorio, así sea una representación, tenía tácticamente una respuesta violenta. V8 y Riff -sus caciques, Iorio y Pappo- sabían que cargaban con el peso de una tradición bastardeada, la del rock local: “Yo soy un músico de rock nacional. El rock no lo inventé, pero mi música es nacional porque está fabricada acá”, insistía Pappo. Lo que no se podía corregir era la imposible convivencia entre la “hipponada” y los que se autodenominaron vanguardia del rock.[/b]
 



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] 


[b style="outline: none 0px;"]Años más tarde, Pappo reconocería con justicia el Pescado 2 y Iorio haría lo mismo con El Reloj. Evidentemente, no habían inventado nada, sino recuperado una tradición olvidada y silenciada. Pappo sostenía que “llega un momento en que la audiencia se duerme con un tipo de grupo. Y no se puede penetrar en esa plaza porque ya está copada ¿Entonces qué hacés? Bueno, si ellos se visten de azul y tienen el pelo largo, vos cortate el pelo y vestite de rojo y sacudí al público de ellos” (Revista Pelo, 1982). El metal también tuvo una inflexión nacional y Pappo estaba (conciente o inconscientemente) anunciándolo: el rock metálico. Ni Porchetto, ni García, ni Gieco hacían rock. Plantarse, le costó a Riff y a V8 muchísimo. Cuenta Ana Mourín: “Despreciados por no hacer jazz rock o tan siquiera rock n’ roll, los dueños de las salas consideraban que la música de V8 era un quilombo de mierda, para gente ignorante que carecía de toda cultura musical.” 

Ya para “Rayo luminosos” no quedaba rastro alguno de la biopolítica que exigía el teatro: “Agresivo, sin ningún motivo/Ya no importa, lo que puedan pensar”. Ni Obras era un teatro, ni Riff presentaba su Obra. Se vivenciaba un nuevo modo de acercarse a la experiencia musical, motivo por el cual, ni con las calles incendiadas por las hordas metálicas Pappo dejaba de portar sus cadenas. Había un “nosotros” y un “ellos” explícito, y el rasgo distintivo era el cuerpo. En las antípodas musicales -si se quiere- Moura y su Virus (sic) fracturaron, al mismo tiempo que Riff, la monocorde complacencia de la estática espectadora. Sin ese corralito solemne, Ruedas de Metal ofrecía dos temas/consignas que marcaron un clima de época: “Necesitamos más acción” y “Mucho por hacer”, predicción que 2001 mediante sigue siendo un desafío político, cultural y social.[/b]
 



[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] 
Volver arriba Ir abajo
 
El día que volaron las butacas - RIFF
Volver arriba 
Página 1 de 1.

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
 :: FOROS TEMATICOS :: SOCIEDAD // ECONOMIA // POLITICA-
Cambiar a: